Rechazo social

El término rechazo hace referencia a la circunstancia en la cual un individuo es excluido en forma deliberada de una relación social o interacción social. Incluye tanto el rechazo interpersonal (o rechazo por los pares) como también el rechazo romántico. Una persona puede ser rechazada por un individuo o por un grupo de personas. Además, el rechazo puede ser activo, mediante el acoso o la ridiculización, o pasivo, mediante ignorar a la persona, o darle un "tratamiento silencioso". El receptor de la experiencia de ser rechazado la percibe de manera subjetiva, y la misma puede ser percibida aun cuando no está presente.

Si bien los humanos son seres sociales, ciertos niveles de rechazo son una parte inevitable de la vida. Sin embargo, el rechazo puede convertirse en un problema cuando es prolongado o consistente, cuando la relación es importante, o cuando el individuo es muy sensible al rechazo. El rechazo por todo un grupo de personas puede tener efectos muy negativos, particularmente cuando da lugar a un aislamiento social.[1]

La experiencia del rechazo puede producir varias consecuencias psicológicas adversas tales como baja autoestima, agresión, y depresión.[2]​ También puede producir sentimientos de inseguridad emocional y aumentar la sensibilidad ante rechazamientos posteriores.

  1. Williams, Kipling D.; Forgas, Joseph P.; von Hippel, William (2005). The Social Outcast: Ostracism, Social Exclusion, Rejection, and Bullying. Psychology Press. p. 366 pages. ISBN 184169424X. 
  2. McDougall, P., Hymel, S., Vaillancourt, T., & Mercer, L. (2001). The consequences of childhood rejection. In M. R. Leary (Ed.), Interpersonal rejection. (pp. 213-247). New York, NY: Oxford University Press.

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